
La proyección hace parte de los fenómenos regularmente presentes dentro de las interacciones sociales (en familia, en pareja, con amigos o con compañeros de trabajo, etc.) y es bueno saber reconocerla y cuestionarla para evolucionar.
Es un mecanismo psicológico de defensa que consiste en desplazar sobre los demás las pulsiones, los pensamientos o los deseos que no se pueden reconocer como propios.
Por lo tanto, puede ser que usted proyecte hacia otra persona o que alguien proyecte sobre usted.
¿Ha notado, por ejemplo, que las personas muy celosas en el amor, son a su vez grandes seductores por naturaleza?
Y así sucesivamente.
¿Por qué? por la proyección!
Bajo el efecto de este mecanismo la gente tiene miedo a que los demás sean, piensen, hagan o quieran lo que ellos mismos son, piensan hacen o quieren (más o menos inconscientemente) y pueden tener actitudes de tipo « haz lo que yo digo pero no lo que yo hago ».
Cuando sea usted el que proyecta sobre los demás:
Pregúntese si no ha estado alguna vez en su vida en situaciones en las que haya sido, haya pensado o haya querido lo que le reprocha a los demás.
Después de haber reconocido internamente que es el caso, es decir, después de haberlo traído a la conciencia, puede trabajar sobre sí mismo para aceptar que otros son tan humanos como usted y que por lo tanto tienen inclinaciones similares.
Cuando sean los otros que proyectan sobre usted:
Hágales entender que es de la realidad interna de ellos que se trata y no de usted.