
Este sentimiento muy perjudicial e incapacitante está desgraciadamente fomentado por nuestra cultura ya que promueve el orden social.
Consiste en la sensación de haber cometido una falta que provoca ansiedad y auto-acusación.
El principal inconveniente de la culpabilidad es que inmoviliza innecesariamente por medio de pensamientos repetitivos y por lo tanto no permite actuar.
Por eso, cuando uno desea tener una vida serena y constructiva es esencial deshacerse de ella.
Prevención:
Para evitar la culpa es esencial hacer un trabajo interno sobre el sistema de valores, es decir sobre los valores a los cuales se les concede importancia y a los cuales uno elige adherir libremente.
De hecho durante toda la vida valores y normas sociales son inculcados y promovidos por varias instancias de socialización (familia, escuela, compañeros, empresa, iglesia, etc) y es esencial saber cuestionarlos críticamente con el fin de elegir aquellos con los que uno adhiere y aquellos con los que uno no suscribe.
El objetivo es no dejarse imponer desde afuera un sistema de valores sin fundamento.
Este tipo de trabajo permitirá escapar a las tentativas de culpabilización que buscan manipular al individuo.
Gestión:
–Si considera que cometió una falta (ya sea para usted mismo o para los demás) con referencia a su propio sistema de valores, es por supuesto esencial:
- ser consciente
- pedir disculpas si esto le ha causado daño a alguien
- reparar tanto como sea posible por la acción
- aprender para no reproducir en el futuro
-Es esencial integrar que con respecto al pasado la culpa no cambia los hechos: sentirse culpable no cambia la situación.
-Al mismo tiempo hay que tener en cuenta que el error es un componente esencial del aprendizaje y que, como ser en constante transformación, lo quiera uno o no, es susceptible de cometer errores.
-Por último es importante tener en cuenta el beneficio de la elección de la culpa para no caer en esa trampa: la culpa permite autosabotearse en el presente y para el futuro mediante el uso de un suceso pasado y por lo tanto es imperativo renunciar a ella.